18/04/2024

Contra el dinero: Acerca de la perversa relación social que lo genera, de John Holloway

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Buenos Aires: Herramienta Argentina. Coedición con el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, julio de 2015, 144 páginas.
 
Presentación de la edición
Cada nuevo libro de John Holloway despierta entusiasmos y debates lo que alienta nuevas esperanzas. Sus trabajos continúan expandiéndose en diversos países como otra mirada sobre la revolución y la búsqueda de caminos para cambiar el mundo. Los libros de Holloway han sido traducidos a más de veinte idiomas. Hace poco tiempo se sumaron la edición de Agrietar el capitalismo al japonés, búlgaro, turco y eslovaco. Cambiar el mundo sin tomar el poder, cuya primera versión en español fue realizada por Ediciones Herramienta en la Argentina en 2002, se ha reeditado en distintos países de América Latina –el Brasil, Chile, México, Venezuela– y en Europa.
Esto no ha sido el resultado de un negocio editorial: quienes hemos impulsado la difusión y la lectura de sus trabajos es un nosotros conformado por el esfuerzo colectivo y el entusiasmo compartido de editores, traductores, correctores, diseñadores y colaboradores, con nuestro hacer por fuera del trabajo asalariado y de la remuneración dineraria. Y, por supuesto, por el impulso del propio Holloway, que no sólo ha cedido sus derechos de autor, sino que ha participado activamente del proceso editorial colectivo.
Como en obras anteriores, este libro de John Holloway continúa el desarrollo de una propuesta diferente a la ciencia social dominante: un planteo donde la praxis social rompe la separación entre el pensar y el hacer y coloca en el centro el luchando pensamos, en sintonía con el principio del caminando preguntamos del zapatismo chiapaneco, que se alimenta y al mismo tiempo nutre los movimientos sociales de las protestas de decenas de ciudades del mundo y en los más variados rincones de los países, en las asambleas, en las fábricas recuperadas y en los pueblos que se organizan para cambiar su destino, cada uno a partir de su dignidad negada.
Algunos de los puntos más destacados de esa constelación que se pueden encontrar en los diferentes libros y artículos de Holloway son:
  • La consideración de nuestro grito como punto de partida: un grito de horror, un grito de rabia, un grito de rechazo: ¡No!
  • Nuestra inadecuación al mundo del capital. Partimos de la particularidad, de la multiplicidad de rebeliones y rebeldías de la dignidad, no de una gran lucha unificada que no existe, ni desde la totalidad de una teoría de la dominación capitalista.
  • La reflexión teórica que se realiza a partir de la oposición, la negatividad, la heterogeneidad y la lucha.
  • Atravesar la superficie de los fenómenos sociales, abrir las categorías y conceptos cerrados hasta llegar a su génesis y desenmascarar lo que el capital oculta.
  • El capital y el capitalismo no son pensados como externos a nosotros mismos. Somos nosotros quienes los generamos y los recreamos, sin nuestra participación cotidiana que los produce y los reproduce, el capital y el capitalismo se disuelven en el aire, como afirmaba Marx. Nosotros somos el sujeto del cambio, somos la crisis del capital.
  • Dejemos de hacer el capitalismo. La revolución no consiste en destruir al capital sino en dejar de producirlo.
  • El hacer contra el trabajo. El antagonismo no se ubica entre el trabajo asalariado y el capital, sino entre nuestro hacer, el trabajo concreto, y el trabajo abstracto, el trabajo que genera valor.
  • El desafío de cambiar el mundo sin tomar el poder, confrontando la idea tradicional de que la revolución consiste en la toma del poder del Estado. Frente a esa tesis ortodoxa se levanta la revuelta del millón de picaduras de abejas, esas abejas que somos nosotros.
  • Agrietar el capitalismo. Enfrentarlo desde el aquí y el ahora, creando espacios no controlados por el capital. Expandir y buscar las confluencias de las grietas, profundizando el hacer autodeterminado, horizontal y colectivo.
  • Horizontalidad. La construcción de relaciones sociales que no reproduzcan la sociedad del dominio ni las instituciones verticalistas y donde se profundicen las organizaciones sin jerarquías; nos organizamos pero no sustentamos una organización.
  • Nuestro impulso hacia la autodeterminación social no es sólo contra el capital, sino que va más-allá de él.
  • La antipolítica de la dignidad como afirmación inmediata de nuestra subjetividad negada por el dominio del dinero y el capital.
  • No existe ni la pureza revolucionaria ni una línea correcta para la revolución, sino múltiples experiencias que surgen desde las múltiples y diferentes luchas contra el capital.
John Holloway alienta a pensar la crisis como expresión de lucha, de nuestra lucha, que no es externa a nosotros sino parte constitutiva de la esperanza, reaprendida y pensada contra la desilusión y el fracaso. Esperanza entendida como un proyectarse más allá de lo existente, como una apuesta en la existencia real y material de lo que todavía no existe. Nuestras luchas autodeterminadas, que se desarrollan dentro y contra el capitalismo, las que todavía están en el umbral de ir más allá del capitalismo son las que alimentan una nueva esperanza para cambiar el mundo, una esperanza diferente a aquella que predominó en el siglo pasado y que afirmaba que un partido tomando el poder podría iluminar a la revolución o que la mera existencia de la Unión Soviética era el único y deslumbrante camino para la construcción de un mundo diferente al del capital. La nueva esperanza se nutre de nuestra propia iniciativa, de nuestras luchas, tiene una sola certeza: no hay línea correcta, no existen caminos de una sola vía ni senderos predeterminados, se hace camino al andar.
En esta compilación que presentamos hoy al lector, Holloway avanza sobre la importancia de nuestro antagonismo frente al dominio del dinero en La rabia contra el dominio del dinero. Con La primera frase de El capital destaca, desde la negatividad, el poder de nuestra verdadera riqueza social negada. En Crisis y crítica invita a recorrer el camino del pensar abriendo las categorías y subraya el hecho de que las propias movilizaciones son las que piensan y construyen las demandas, como expresó, por ejemplo, el ¡Que se vayan todos! en la Argentina a finales de 2001. Y desde ¡Comunicemos! nos invita a que, a partir de las múltiples y renovadas grietas, construyamos nuestra propia vida, una vida en colectividad y sin dominio, con organizaciones horizontales, para construir el nuevo mundo donde quepan muchos mundos.
 
Juana Del Pozo
 
Texto elaborado colectivamente por un grupo de estudio cuyos integrantes son adherentes de movimientos sociales.  [email protected].
 
 

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