“Desconfíen del gesto más trivial y en apariencia sencillo. Y sobre todo examinen lo
habitual. No acepten sin discusión las costumbres heredadas. Ante los hechos
cotidianos, no digan Es natural. En una época de confusión organizada, de desorden
decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada…nunca
digan Es natural. Para que todo pueda ser cambiado…reconozcan la regla como
abuso. Y donde aparezca el abuso, pónganle remedio”.
Bertold Brecht La excepción y la regla
Conmigo no cuenten
(A propósito de Una bóveda secreta en la Biblioteca de Edgardo Logiúdice)
Así comienza el texto de Edgardo referido a la Carta Abierta Nº 13
“El espacio llama: a) a discutir a quienes siguen formando en la consideración hacia este gobierno a pesar de sus dificultades; b) a deliberar a las izquierdas democráticas sobre la base de un mismo sentido común; y c) a no hacer del concepto de corrupción una sentencia a un sector progresista de la sociedad.”
Respecto de a) mi consideración hacia este gobierno es la misma que tengo hacia todos los gobiernos peronistas –que, dicho sea de paso, hace 70 años que nos gobiernan directa o indirectamente- sea cual fuere la versión que se pone en acto. Esto significa que valoro positivamente cosas tales como la mayor participación en la riqueza de los sectores populares (primer peronismo), la derogación del servicio militar obligatorio (versión menemista o liberal del peronismo) y que Videla haya muerto preso (versión kirchnerista del peronismo), entre otras cosas. Asimismo detesto la prepotencia, la demagogia desenfrenada (que en los últimos tiempos ha devenido en mentiras y omisiones/ocultamientos desvergonzados), el lopezreguismo y la consagración de un modelo de organización obrera que transforma a los sindicatos en maquinarias burocrática estatales, entre otras cosas. Todo esto favorecido por las circunstancias que tan simple como certeramente sintetizara Perón: no es que nosotros seamos buenos, es que los otros son peores, lo cual me exime de evaluar a la oposición que bien como dijo Edgardo al lado de estos, Cristina parece una estadista. Y de paso, despejar el argumento adoptado por mucha gente que consiste en apoyar al gobierno en función del mal menor o, lo que es peor, porque es lo que hay.
De modo que no me considero incluido en a).
Respecto de b) ¿Qué es la izquierda democrática a la que se invita a deliberar? Empecemos por Lenin: el partido es la inteligencia, la conciencia y el honor de nuestra época. Vamos a darle a la palabra partido una acepción amplia, de modo que incluya a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran hacer del mundo un lugar más vivible y que para eso piensen que hay que luchar por erradicar las causas de la opresión, de las enormes desigualdades y de la degradación del ambiente que amenaza la existencia de todo el planeta. Con esta licencia que me he tomado, sigo diciendo que la izquierda es democrática por definición (sigo con Lenin, todo el poder a los soviets equivale a decir todo el poder a la sociedad, expresión que proclama la radicalización de la democracia).
Ahora bien, la inteligencia de nuestra época supone una lectura e interpretación rigurosa de la realidad para lo cual es necesario apelar a la herramienta más potente del pensamiento socialista, la crítica (la crítica no se detiene ante sus propios resultados ni teme enfrentar a los poderes establecidos). ¿Qué ejercicio crítico proponen los intelectuales de Carta Abierta como para que la izquierda democrática entre en deliberación?, ¿Qué discutamos las maneras de frenar los atentados a la política como espacio de emancipación? ¿Y que en el mismo sentido defendamos los cambios que se objetivan en la reconfiguración de unos de los poderes del estado como es la justicia? ¿Pero todo esto a partir de las desmesuras del Sr. Lanata? …No jodamos. Otra hubiera sido la cosa si el temario fuera, por ejemplo ¿qué política para qué emancipación?; ¿qué justicia para qué estado?, ¿qué estado para cuál sociedad?, o bien, ¿los medios como bien público o como aparato del estado?, etc., etc. Y ahí sí, ponemos sobre la mesa las observaciones de Edgardo.
En cuanto a la conciencia, les preguntaría a los amigos de Carta Abierta: ¿en verdad ustedes forman parte de un colectivo que encarna la conciencia de la época? Si así fuera, me gustaría saber qué planteos han formulado ustedes al gobierno progresista desde el lugar de la izquierda democrática, qué cuestionamientos, impugnaciones y hasta denuncias han promovido en función de contribuir a remover los obstáculos que enfrenta la señora presidenta en su cruzada emancipadora? ¿O es que ese grado de autonomía les está vedado?
En cuanto a la cuestión del honor digamos, hablando en clave antigua, que se trata de un imperativo categórico. Que la presencia de ciertos personajes –los que menciona Edgardo, entre otros- sea parte entusiasta del coro nacional y popular, ofende nuestra humilde dignidad de laburantes y hace que sea éticamente incompatible con cualquier voluntad transformadora.
Por ello, y agradeciendo la deferencia, rechazo el convite a “deliberar sobre la base de un mismo sentido común”.
Finalmente, respecto de c) La verdad es que no termino de entender lo que propone Carta Abierta. ¿No sería saludable que este colectivo intelectual reclame-o se sume- a la condena de cualquier forma de corrupción? ¿De qué pruebas hablan? Esta forma de esquivar el bulto detrás de tanto floripondio literario me recuerda las farsas sobre la justicia de Aurelio Ferretti y Agustín Cuzzani, entre otros. Otra cosa sería si en una carta abierta se reclamara “Compañera Presidenta: para concluir su obra reparadora y transformadora sáquese a esa manga de chorros de encima” y, además “no permita que el bufón de Lanata tire su honra a los perros”, y esto a los gritos como terminaban algunas escenas en los viejos sainetes criollos.
¡Cómo van a salirle al gordo mercenario con tipos de la farándula televisiva! ¡O con Fútbol para Todos a las 21,30 los domingos! Hay que estar en pedo para ser tan torpes o….admitir que no tienen cómo ni con qué defenderse, porque en verdad la nueva estrella de Clarín se les caga de risa.
De aquí, porque no termino de entender qué se pretende, es que no puedo sentirme comprendido en c).
Dicho esto, quisiera finalizar diciendo que me daría mucha tristeza que un multimedios pueda con un gobierno que se alzó con más del cincuenta por ciento de los votos. Sería la confirmación de la bancarrota de esto que llaman sistema político. Porque de veras creo que los que llevan adelante esta campaña son sin duda destituyentes. Si la correlación de fuerzas les fuera favorable ya hubieran promovido un levantamiento cívico (porque ya no cuentan con los milicos), o un juicio político que termine entronizando a algún Cobos que tuvieran a mano.
El hecho de que no sea peronista no nos impide recordar a los vecinos del barrio, los que trabajaban en Jabón Federal o en la textil SIT de Pilar, por ejemplo, que a la caída de Perón en el 55´ decían y ahora quien se acordará de los pobres.
Mientras tanto, y esperando que esto no ocurra, les digo a los muchachos de Carta Abierta recordando al loro del chiste verde: A mí me dejan de joder
Jorge Saab, fin de otoño de 2013