04/12/2024

«A Revolução Boliviana», de Everaldo de Oliveira Andrade

Por , , Vedda Miguel

En: Emília Viotti da Costa (direct.), Revoluçoes do século 20, San Pablo, Editora UNESP, 2007, 184 páginas.

Se sabe que, al comienzo de El dieciocho brumario de Louis Bonaparte, Marx estableció una distinción entre las revoluciones del pasado y aquellas que, a su juicio, habrían de tener lugar en un futuro próximo: "Las revoluciones anteriores", sostiene Marx, "necesitaban evocar la historia universal a fin de insensibilizarse respecto de su propio contenido. La revolución del siglo diecinueve debe dejar que los muertos entierren a sus muertos, a fin de alcanzar su propio contenido. Allí, la expresión rebasa el contenido; aquí, el contenido rebasa la expresión".[1] Las revoluciones burguesas, que tuvieron su punto culminante en el siglo XVIII, se caracterizan por una relativa superficialidad: rutilantes y enérgicas en sus comienzos, rápidamente se aletargan y son sucedidas por una modorra que subyuga a la sociedad, "antes de que esta haya aprendido a apropiarse sobriamente de su período de ímpetu y tormenta".[2] De estas revoluciones se distinguen las proletarias, que, sustraídas a este optimismo anodino, se someten a sí mismas a una crítica permanente. Si el siglo XIX anunció primero la crisis y luego el cierre del período idealista y revolucionario de la clase burguesa -proceso que encuentra, como hitos significativos, la Revolución de Julio de 1830, el Levantamiento de Lyon de 1831, la sublevación parisina de Junio de 1848, con sus repercusiones en el resto de Francia y de Europa, y la Comuna de 1871-, el siglo XX se encuentra atravesado por una serie amplia y significativa de revoluciones socialistas, impulsadas con signos y resultados diversos.

La colección coordinada por Emília Viotti da Costa se propone, a comienzos del siglo XXI, promover una reflexión sobre las revoluciones del siglo XX, distanciándose de la mera nostalgia o de la actitud impasible del burócrata que se resigna a diseccionar cuerpos sin vida. Según se explica en la presentación de la serie:

[…] de Seattle a Porto Alegre o Mumbai, hay señales de que hoy, como en el pasado, hay jóvenes que no están dispuestos a aceptar el mundo tal como se configura en nuestros días. Pero cualesquiera sean las formas de lucha escogidas, es preciso conocer las experiencias revolucionarias del pasado. Como se ha dicho y repetido, aquel que no aprende de los errores del pasado, está condenado a repetirlos (5).

En vista de la ignorancia que existe -bajo el amparo del statu quo neoliberal- acerca de las revoluciones del siglo pasado, la colección se propone un objetivo doble: por un lado, ofrecer un medio de divulgación para que estudiantes de la escuela media, universitarios y el público en general puedan acceder a informaciones claras y precisas; por otro, presentar investigaciones originales y agudas, que satisfagan también las exigencias de los conocedores del tema. Se han publicado ya volúmenes destinados a analizar las revoluciones salvadoreña (Tommie Sue Montgomery/Christine Wade), nicaragüense (Matilde Zimmermann), guatemalteca (Greg Grandin), china (Wladimir Pomar), cubana (Luis Fernando Ayerbe), alemana [1918-1923] (Isabel Loureiro); y aquí se añade un tomo dedicado a la revolución boliviana. El análisis de Everaldo de Oliveira Andrade procura dar cuenta de la especificidad de la revolución en Bolivia, vinculadas con las peculiaridades económicas, políticas y étnicas que caracterizan a ese país desde el período colonial. Centrado en el análisis de la revolución de 1952, el presente volumen ofrece un análisis sumario, pero comprensivo de la historia precedente, a la vez que una reseña del desarrollo posterior y algunas ideas respecto de la posible evolución futura del país; según se señala en las últimas líneas:

La victoria de Morales, por mayoría absoluta de votos, expresa, en la arena electoral, a los ojos de millones de bolivianos, la síntesis victoriosa de numerosas batallas recientes. La revolución boliviana, portadora de contradicciones al lado de una rica tradición histórica de luchas populares, sigue como camino abierto para una nación asolada y empobrecida, pero que no desiste de construir su propio futuro independiente. Con la mayoría, los trabajadores del campo y la ciudad, está la clave de ese futuro (177).

Cabe tan solo elogiar y recomendar esta serie, que reclama su correlato en lengua castellana.

Miguel Vedda

Consejo Editor de la revista Herramienta

FFyL, UBA - Conicet


[1]Marx, K., Marx/Engels, Werke. Herausgegeben vom Institut für Marxismus-Leninismus beim ZK der SED, Bd. 1-43. Berlin: Dietz-Verlag, 1956 ss., vol. 8, p. 117.

[2]Ibíd.

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