19/04/2024

Significado de la actual crisis capitalista

Por Lessa Sergio. , ,

¿De qué hablamos cuando hablamos de la crisis capitalista? La crisis es una relación socialdeterminada. Para comprenderla, debemos partir de la transformación profunda que significó la Revolución Industrial en la Historia. 
 
Antes de la Revolución Industrial, la historia humana es la historia del "estado de carencia", es decir, de un estadio en que las necesidades humanas no eran ni podían ser plenamente satisfechas por la producción de bienes. La humanidad no podía satisfacer todas las necesidades de su vida en forma plena porque su desarrollo productivo era insuficiente. En esas condiciones, vivir y ser miserable era más o menos lo mismo, era la propia condición humana. Cierto es que había clases ricas, pero incluso ellos estaban sometidos, aunque en un grado diferente, a las condiciones de la miseria de la vida (precariedad, enfermedades, catástrofes de la guerra).

La Revolución Industrial va cambiar radicalmente esta situación. Es necesario tener claro que la Revolución Industrial no fue simplemente una revolución científico-tecnológica, es decir un cambio en la técnica productiva. Sin duda lo fue, y fue el cambio más importante dentro de ese rubro desde la Revolución Neolítica, ocurrida hace 14.000 años, que fue el primer cambio productivo que permitió generar un excedente económico(los bienes producidos por el trabajo humano son más de los que se necesitan para sostener a los que los producen).. Pero la Revolución Industrial es antes que nada un cambio de las relaciones sociales de los hombres, y eso lo podemos ver en la convergenciahistórica de tres factores.
 
1. Constitución del mercado mundial. Tengamos presente que el mercado es muy anterior a las relaciones capitalistas de producción. Pero cambia radicalmente su papel. Antes de la Revolución Industrial el mercado era una forma adecuada de mediaciónde las relaciones sociales para ese grado de desarrollo de la producción de bienes del estado de carencia.
En tanto la producción de bienes desborda las necesidades consumo local, tendencialmente, el mercado mundial, para la realización de todo ese excedente, pasa a ser fundamental. En ese sentido es entre los siglos XV y XVIII cuando se produce lo que Marx llama el proceso de acumulación capitalista originaria o primitiva, la formación de una acumulación de excedente bajo la forma de acumulación de capital, en manos de una clase de propietarios de medios de producción.
El mercado es el encuentro de la oferta y la demanda. Pero en condiciones de baja productividad, la oferta de bienes es siempre inferior a la demanda y esto permite mantener un nivel alto de precios, superior a los costos de producción de esos bienes. De esta manera el mercado logra cumplir adecuadamente ese papel de mediación y la producción de bienes se sostiene. Es una mediación eficiente. Con la Revolución Industrial, al aumentarse drásticamente la capacidad de producción, la oferta de bienes pasa a ser más grande que la demanda, ya que se produce en condiciones en que la capacidad de compra de la gran mayoría de la humanidad no aumenta al mismo tiempo y en el mismo grado que el aumento de la oferta de bienes. Por esta razón ahora nos encontramos con situaciones en que el precio de los bienes en el mercado no logra cubrir los costos de producción. Esta es la razón e la aparición decrisis cíclicas de sobre-producción en el modo de producción capitalista.
2. La aparición de la producción de tejidos en forma de manufacturas en gran escala (la primer rama productiva en que se produjo el fenómeno) trajo una rentabilidad comparativamente más alta en esta actividad económica. Allí comenzó un cambio en el uso de la tierra. De producción de alimentos, se produjo un desplazamiento creciente hacia la cría de ganado lanar para proveer materia prima para la producción textil. El cambio de cantidad de mano de obra necesaria en esa producción trajo la emigración forzada y masiva del campo a la ciudad, y al formación de una clase de desposeídos que estaban obligados a vender su fuerza de trabajo a precios bajos, haciendo rentable la producción industrial.
3. La acumulación de capital, propiciada por las grandes navegaciones y por la explotación por la  burguesía europea de todo el planeta, posibilito los recursos necesarios para, en base al  mercado mundial la exploración de una mano de obra muy barata, tornar lucrativos las inversiones en nuevas tecnologías.
 
De ese modo, por la convergencia de esos tres grandes factores históricos, tuvimos la Revolución Industrial. Desde el punto de vista de la producción el surgimiento de las máquinas-herramientas de que nos habla Marx posibilita superar o limite biológico do cuerpo humano en la producción. Con la energía de las máquinas para mover las herramientas, la capacidad biológica de generar una cierta cantidad de energía con un cierto tiempo de un ser humano normal deja  de ser en limite para o desarrollo  de las tecnologías y de las herramientas. La producción, con eso, literalmente explota.
Estos factores permiten un alto desarrollo de la producción de bienes, alcanzan para satisfacer las necesidades humanas y todavía sobra. Pero el impacto de este cambio se produce en un tipo de formación social que es típico del período de carencia, es decir la sociedad de clases, en que el excedente económico es apropiado por una minoría. Y esto hace que esos cambios, en vez de resultar en una distribución satisfactoria de bienes para todos, resultasen en una mayor concentración de la riqueza, y cada vez en menos manos. Pasamos del estado de carencia al estado de abundancia, pero en el contexto de la sociedad de clases, la abundancia significa apenas más riqueza para los dominantes y más trabajo explotado para los trabajadores. Y entonces aparecen dos proyectos societarios diferentes.
Uno de ellos es el proyecto comunista, que significa distribuir los bienes producidos según las necesidades de los individuos – del mismo modo que se les  requerirá según sus capacidades personales. Una de las principales consecuencias de esto sería que la jornada de trabajo de todos nosotros bajaría drásticamente. Por ejemplo, en las condiciones de capacidad productiva de la actualidad, alcanzaría que cada uno de nosotros trabajase una jornada de 8 horas cada dos meses sin trabajo infantil ni de los enfermos y con  una licencia maternal de 4 años y paternal de 2 años.
El otro, el proyecto societario capitalista, significa mantener el estado de carencia para la abrumadora mayoría de la humanidad, y repartir la riqueza producida bajo forma de capital, cada vez entre menos manos.
Con el paso del capitalismo concurrencial al capitalismo monopolista, en 1871se produjo otro cambio. Antes de eso había una clase de propietarios capitalistas más o menos numerosa y más o menos equilibrada en sus fuerzas. El regulador del mercado podía distribuir la riqueza entre ellos, y el estado se limitaba a sostener las condiciones generales de la reproducción de ese modo de organización social. Con la concentración de la riqueza en forma muy desigual entre los propios capitalistas cambia la presiónque pueden hacer, un grupo reducido pasa a tener la capacidad de manipular en su propio beneficio al mercado y al estado. Esto cambia aquella situación de crisis cíclicas de sobreproducción. Ahora, en la nueva situación, el estado sirve de mediador importante en el control y la reglamentación de las crisis cíclicas. Estas se vuelven más largas y también los mecanismos para postergarlas se vuelven ahora más deshumanizados que en el pasado. Pensemos en las dos grandes guerras mundiales y además en el arsenal nuclear de los años del Estado de Bienestar social.
Incluso con estos mecanismos, la producción capitalista continúa ampliándose hasta que, llegados los años de 1970, la crisis del sistema del capital pasa a un nuevo nivel.  La superproducción es tan grande que no puede ser más momentáneamente eliminada por crisis o guerras como en el pasado. Se vuelve, por lo tanto, permanente. Pasamos de las crisis cíclica a la crisis estructural del capital, según István Mészáros.
Lo típico ahora pasa a ser una situación de crisis continua pero contenida. Los años de "valles" suman más que los años de "cimas" de la producción. El descenso de la productividad empieza a ser sostenido, y se empiezan a gestionar las formas de contrarrestarlo a través del estado y de la manipulación del mercado. Esto pasa a ser típico desde los 70.
Una de las principales formas que esto asume es el complejo industrial-militar. Es decir, el estadopasa a generar una demanda artificial para sostener las necesidades de acumulación del capital, introduciendo una demanda de bienes de destrucción. Una consecuencia es la promoción de la guerra. Durante el Siglo XX no hubo ni un mes en que no hubiese algún conflicto armado, y además tuvimos dos guerras mundiales que sumaron70 millones de muertos, sin contar las víctimas de otro tipo (heridos, mutilados, traumados, etcétera). Esto consigue además crear carencia lucrativa porque no se atiende por la producción de bienes que eliminen la carencia sino por la producción de armamento. En el período de la "guerra fría" EEUU acumuló una capacidad de armamento que puede destruir 60 veces el planeta, y la URSS otras 33 veces más. Para destruir al enemigo alcanza con destruir el, planeta unavez. Todo lo demás es acumulación de un stock de destrucción.
Otro gran factor es el desarrollo del consumo vicioso en sentido amplio. Las personas son forzadas a consumir todo lo que no tienen necesidad de consumir. Esto va acompañado del desperdicio, el despilfarro, y la capacidad productiva ociosa, que van acompañados por las necesidades básicas insatisfechas de una amplia mayoría. Una de las consecuencias de esto es la crisis vivencial de la gente. La depresión del trabajador pasa a ser una de las principales causas de ausentismo.
El otro gran factor es la burbuja financiera. Como no hay capacidad de compra individual para ese consumo se recurre a la economía basada en el préstamo. La contrapartida es la creciente centralización del capital a través de la especulación financiera, el predominio del capital ficticio del que hablase Marx. Es el desarrollo irracional de este elemento lo que lleva a la crisis financiera que estalló en octubre de 2008.
Como muchas veces pasa, la crisis comenzó en forma localizada y en un sector no decisivo de la economía: la venta de casas nuevas.
Pongamos el caso de un profesor universitario que compra una casa de 100 mil dólares pagando 20 al contado y el saldo en 20 años. En condiciones de compra tan favorables la demanda de casas sube, y con ello los precios de las casas. Diez años después su casa, aún usada, vale 150 mil. Entonces el banco, buscando ampliar la venta de casas por el mismo mecanismo, le propone comprársela y venderle una de 300 mil, mucho mejor y más amplia, financiando de nuevo el saldo. Diez años después se la vuelven a tomar y le venden una mucho mejor por 500 mil dólares. Es una audacia que un profesor universitario compre una casa de tanto valor, pero como la paga en cuotas que son accesibles para su sueldo, acepta. Poco después le ofrecen una casa de 800 mil dólares.
En ese punto la familia discute el tema y decide que el riesgo es muy grande. ¿Qué pasaría si el profesor perdiese su trabajo? La oferta es rechazada. Entonces una casa de 800 mil dólares no se vende. La cosa se repite con un montón de casas. Los precios bajan. Su casa, que compró en 500 mil ahora sale 300. ¿Por qué continuar pagando hasta 500 mil por lo que vale 300? El profesor va al banco y propone devolver la casa para comprar una más pequeña y liquidarla al contado. Pero el banco no puede comprarla porque ya no la puede vender. Sin embargo, él no va a pagar esa casa. Prefiere perderla y comprar otra por otro lado porque los precios han bajado. Entonces los precios se desploman. De la noche a la mañana desaparece un trillónde dólares.
Para recuperar esta pérdida, lo primero que se hace es saquear los fondos provisionales, las jubilaciones privadas. Un profesor jubilado que cobraría 6000 dólares mensuales durante 25 años, pasa a cobrar 300. Ante la falta de capacidad de pago de los deudores, los bancos privados están al punto del quiebre, y se dispara una corrida. En Hong Kong y en Jakarta la gente esperaba en largas colas que abriesen a la mañana siguiente para retirar todo su dinero, lo que haría caer una serie de bancos en cadena.
Esa madrugada los bancos centrales de los principales países capitalistas, más los principales bancos privados, en consultas urgentes, decidieron que la Reserva Federal de los Estados Unidos imprimiese todo el dinero que fuese necesario para evitar esa caída. Diez días después había una situación similar con bancos de España e Inglaterra, y se recurrió a la misma solución. Fue necesario recurrir a la imprenta del banco de Inglaterra porque la imprenta de la Reserva Federal no podía imprimir toda esa masa de dinero en apenas unas horas. Por primera vez en la historia se imprimió dólares (auténticos) fuera de EEUU.
De modo que de pronto hemos pasado de la crisis continua, a la crisis continua y muy aguda. La destrucción súbita y reconstrucción forzada del capital ficticio.  
¿Cómo es posible una alternativa a esta relación social llamada crisis mundial? No hay un final a la vista. Por ejemplo, para muchos científicos el tiempo de revertir el cambio climático por el calentamiento global ya ha pasado y no hay retorno. Si embargo no es que no sea posible provocar físicamente un descenso de la temperatura a escala planetaria, porque esos fenómenos ocurren naturalmente y se los podría provocar. Lo que ocurre es que hemos perdido la capacidad de decisión sobre nuestra capacidad de acción. La única forma de revertir esa situación es destruyendo al capitalismo, y si no lo hacemos el capitalismo destruirá el planeta.
Podemos repetir acá algo que Marx decía respecto de la burguesía y las relaciones sociales feudales: La clase que puede lo más NO puede lo menos. De la misma forma que la burguesía solo podía destruir el feudalismo, nosotros no podemos transformar el capitalismo (lo menos), solo podemos proponernos lo más: destruirlo.
Sin embargo, vivimos el peor momento contrarrevolucionario de la Historia. Luego de la Revolución Francesa se abrió un gran período de revoluciones de vocación mundial, pero la última de ellas fue la Revolución China. Hemos vivido luego otras revoluciones, pero ninguna que pudiese aspirar a transformarse en una revolución mundial.
Esto no se debe a la desaparición o disminución de la clase obrera, ella continua siendo productor de todo el capital al convertir con sus manos la naturaleza en medios de producción y de subsistencia. Sobre si ella esta disminuyendo o aumentando, es algo de lo que no existen datos conclusivos, pues el desarrollo técnico dispensa obreros al mismo tiempo que la transferencia de plantas industriales a los países mas pobres, o bien por la penetración de las relaciones capitalistas en la agricultura, genera nuevas camadas de proletarios.Y además estamos viviendo un fenómeno de des-robotización de la producción, el retorno a la producción por la mano del hombre.
Los cambios principales y la discusión de las distintas perspectivas que se abren en esta situación, obligarían a una exposición más detallada y a otro trabajo.


Conferencia realizada el 11 de junio de 2009 en Montevideo, Uruguay, en ocasión de su estadía impulsada por el GET-Fac. de Cs. Sociales en el marco de las Jornadas de Pensamiento Crítico de Extensión Universitaria..Desgrabada y enviada a Herramienta por atención de Fernando Moyano.
 

 

 

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